Entorno Personalizado de Aprendizaje para los Alumnos del Módulo de Medio Ambiente Urbano - Escuela Taller Biodiversidad y Urbanismo. Ente Promotor: Instituto Municipal para la Formación y el Empleo IMFE - Ayto. Málaga.

ESTUDIO MEDIOAMBIENTAL EN EL PARAJE NATURAL DESEMBOCADURA DEL GUADALHORCE - JUNIO 2013

La desembocadura del Guadalhorce está formada por un complejo de lagunas no naturales, fruto de una pretérita actividad extractiva de áridos que generó excavaciones actualmente llenas de aguas salobres o dulces según su localización. Estas lagunas, rodeadas por los dos brazos del río que forman la desembocadura (de ahí el viejo nombre de la finca como la isla), se asientan en lo que fue una enorme marisma, donde el mar y el cauce fluvial confluían originando extensos terrenos pantanosos en un delta que con el paso de los siglos ha ido creciendo con motivo del depósito aluvial de materiales arrastrados por el Guadalhorce. 

El espacio tiene un alto valor ornitológico, al ser uno de los puntos de escala y descanso más importantes en la provincia y en la región para las aves migratorias costeras. Entre las especies más relevantes que se pueden encontrar a lo largo del año, dependiendo de la estación en que nos encontremos, destacan las águilas pescadora y calzada, el martín pescador, el flamenco rosa, la espátula, la cigüeña negra, la gaviota de Audouin y la pagaza piquirroja, además de otras más comunes como los charranes, las fochas o las garcillas; igualmente es factible observar con facilidad distintas especies de anátidas, cuyo representante más notable es la malvasía cabeciblanca, visible durante todo el año. 

La vegetación del lugar se asocia a diferentes ambientes, donde la presencia del agua y la sal son relevantes en su disposición y riqueza. Las arenas de la playa acogen plantas extremadamente adaptadas a este inhóspito ambiente, como es el caso de la oruga marítima o la barrilla pinchosa. Las zonas alcanzadas por las mareas se encuentran pobladas de almajos y castañuelas, adaptadas a una alta salinidad, y como formaciones de bosque de ribera predominan los tarajales, a veces asociados a manchas de carrizales y juncales y entre los que podemos hallar pies arbóreos de algunos álamos dispersos.

La visita puede realizarse siguiendo los dos senderos señalizados Río Viejo y Laguna Grande, los cuales nos permitirán, además, acceder a los cinco observatorios que complementan la oferta de equipamientos. Uno de estos observatorios, el denominado como de aves marinas, cubre la franja marítima del paraje y nos será útil en la observación de aves ligadas a las arenas de la playa y el mar; el resto de los observatorios, ubicados junto a las distintas lagunas del espacio, serán la forma más adecuada para descubrir la rica avifauna que con paciencia, la ayuda de unos prismáticos y con el auxilio de una buena guía ornitológica nos harán pasar un rato de disfrute, aprendizaje y comunión con la naturaleza que seguramente no olvidaremos. 
















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